jueves, 14 de febrero de 2013

Dedícate a lo que te gusta



Tras oír consejos y experiencias de personas durante la convivencia, me quedó una cosa clara: que si no te gusta tu trabajo, si no disfrutas con el, no lo estás haciendo bien. Nos dijeron una y otra vez que si trabajas en lo que te gusta, independientemente de la remuneración por dicho trabajo, trabajar es un placer y no lo contrario, y hoy en día es casi hasta un privilegio.


Pero las palabras se las lleva el viento, y queríamos comprobarlo por nuestra cuenta, así que Álvaro E. y yo decidimos un día por la mañana ir en busca de gente que trabajase en algo que le gustaba. Nos encontramos un músico callejero en uno de los túneles que dan acceso al parque de El Retiro, y le preguntamos algunas cosas. A continuación os dejo el vídeo de la breve entrevista. Os pido por favor que dediquéis un minuto a verla, merece la pena, aunque ya os adelanto que la calidad y el sonido son bastante mediocres, al tratarse de un lugar muy transitado y que nuestra interpretación periodística es también bastante mediocre. Prefirió que no le grabásemos a él, ni tocando, solo la voz. Aunque luego, una vez terminada la "entrevista" nos deleitó con una obra suya y continuamos conversando.




Con tres licenciaturas, guitarra clásica en el conservatorio, Geografía e Historia y por ultimo historia y ciencias de la música, se podría decir que no ha sacado todo el potencial a sus estudios. Trabaja en una empresa que pone música en bodas y funerales, y nos dice con una sonrisa que, como funerales hay todos los días, el trabajo lo tiene asegurado. Pero lo que más le gusta es sentarse en El Retiro, y tocar horas y horas obras que el mismo compone. No vive a lo grande, es más, tiene lo necesario para vivir, pero se dedica a lo que le gusta, la música, y eso no tiene precio.





"Dedícate a lo que te gusta y nunca trabajarás"

Álvaro R y Álvaro E



martes, 12 de febrero de 2013

Es el momento

El Papa ha renunciado a su cargo. Se avecina una tormenta de noticias relacionadas con los "papables" y se empieza a especular. Hay hasta sitios de apuestas (ej: http://www.paddypower.com/bet/novelty-betting/current-affairs/pope-betting ) y por ejemplo las apuestas por Rouco Varela se pagan 80 a 1.

Uso esta situación para anunciaros la posibilidad de que el Rey de España también renuncie. El pobre Benedicto XVI está muy mal de salud y es normal que renuncie ya que no puede seguir el ritmo de vida tan duro de un Papa (a pesar de que a simple vista parezca que no hace nada). En cambio, el rey es menos anciano y ese sí que no hace nada. A pesar de esto, al rey le están dando por todos lados y es normal que quiera abdicar. Al rey le sale mal todo lo que hace y también paga por los errores de sus cuñados (véase Urdangarín y Marichalar). Por si esto fuera poco, el rey no está nada bien de salud, va siempre con muletas, le ponen cortisona y se le hincha la cara...


En definitiva, puede ser que la renuncia de Benedicto XVI sirva de ejemplo a un rey muy sufrido y le anime a abdicar porque, sinceramente, todo lo que le podría salir mal le ha salido peor todavía

sábado, 19 de enero de 2013

Profesores...

¿Cómo se imagina la sociedad a un profesor? Generalmente es imaginado como el formador de nuestras futuras generaciones. Un profesor es alguien sabio y justo. Un profesor es paciente y también comprensivo. La sociedad admira y estima a los profesores. Esto es así hasta tal punto que Alejandro Magno, hablando agradecido de su maestro Aristóteles, llegó a decir: "Si a mi padre le debo la vida, a mi maestro le debo el triunfo"


Se nos hace creer que los profesores son grandes personas. En la actualidad existen numerosas películas que elogian a los profesores, la más conocida es "El club de los Poetas Muertos" y su escena del ¡Oh capitán mi capitán!
En esta escena el profesor Keating es expulsado de la escuela por sus métodos de enseñanza poco convencionales que desembocan en el suicidio de un alumno. Sus alumnos desafían a su nuevo profesor y muestran al señor Keating lo que le aprecian. Esta escena es un engaño para hacernos creer a los estudiantes que los profesores son grandes personas.


La realidad es otra: los profesores son seres perversos que han sufrido una inexplicable transformación al pasar de estudiantes a profesores. Hay una película más parecida a la realidad llamada "El Estudiante". En esta película, hay un vil profesor que se dedica a frustrar las ilusiones de su alumnos y que, a pesar de tener una mujer y una hija, deja embarazada a una de sus alumnas. Por si esto fuera poco, el maligno profesor se ofrece para pagar el aborto. Esta es una clara muestra de lo engañada que está la sociedad con sus profesores. No son lo que parecen, son malvados seres.


Hoy he sufrido una injusticia a manos de mi profesor. Al empezar el curso, dijo que había que hacer una exposición oral contando algo de nuestra vida. Dejó claro que las tres mejores exposiciones serían recompensadas con 0,25 puntos más al final de curso. Así sin más, mi estimado profesor me ha decepcionado al cambiar el criterio de evaluación una vez tenía yo mi 0,25 más a final de curso y como consecuencia, convertir la bonificación de 0,25 en otra de tan solo 0,20. A primera vista perder 0,05 puntos en el curso no es motivo de queja pero hace falta analizar esta situación con más profundidad.


En el curso hay aproximadamente 170 alumnos y todos ellos cursan Filosofía. Si el profesor descontase 0,05 puntos a cada alumno, la resta total de puntos sería de 8,5. Eso equivale a hacer que un alumno con media de sobresaliente se quedase con la espectacular nota de 0,0 (y eso que la nota mínima es 0,1)


Espero que esta reflexión abra los ojos a todos los estudiantes del país y deseo que los profesores no se sientan ofendidos ya que hay excepciones. Esto va por los profesores, para que al empezar a ser maestros no olviden lo que una vez fueron: estudiantes indignados.


Álvaro R


miércoles, 16 de enero de 2013

Compro radar

El martes mi profesor de filosofía me dijo que había que leerse " El Principito". Yo sabía que ese libro estaba por casa, en un sitio desconocido pero en casa, lo que es en casa, estaba.


Esa misma tarde busqué el libro pero, sinceramente, no puse mucho interés en la búsqueda y no lo encontré. La cosa cambió el miércoles: compañeros de otras clases tuvieron un examen del libro así que yo me estresé. Nada más llegar a casa empecé a buscar el libro, esta vez con gran ímpetu. No sé qué pasó pero no fui capaz de encontrarlo. Hice los deberes, cené y, al terminar la cena, volví a mi búsqueda de "El Principito" perdido. Estuve buscando por toda la casa una y otra vez, miré en cada rincón dos veces y nada, no hubo forma de encontrarlo.


Desesperado por no encontrar el libro, utilicé las palabras mágicas: "¡Mamá, que no encuentro el libro!" La respuesta de mi madre era obvia: "¿Pero has mirado bien?" " Sí mamá pero no lo encuentro" respondí yo con resignación. Finalmente, mi madre hizo lo que haría cualquier madre: primero utilizó la amenaza básica del manual de madres "Como vaya yo y lo encuentre..." y como segundo paso, mi madre lo encontró.


Termino con una pregunta: ¿Alguien me vende un radar para encontrar cosas como hacen las madres?


Alvaro R

domingo, 13 de enero de 2013

Eutanasia

El otro día estaba hablando con mis hermanas sobre la eutanasia.

Yo les dije que si alguna vez me veían con la vida dependiente de unas máquinas que por favor me desenchufasen. Prefiero morir antes que vivir gracias a algún aparato.

Sin darme un segundo para reaccionar, las muy c******* me desenchufaron la play, la tele, el ordenador y me quitaron el móvil.

¡Casi me muero!


Alvaro R

sábado, 12 de enero de 2013

La sociedad está muy mal

Creo que el título de la entrada es obvio y no da lugar a ninguna discusión. Lo que sí que tendría más juego sería la pregunta ¿por qué la sociedad está mal?

Como estoy muy vago no escribo pero dejo una foto que responde a la pregunta.

Para entender por qué - la sociedad está como está basta con ver las bibliotecas vacías y los bares llenos.

He de decir que no estoy de acuerdo con esta foto porque me parece que sin bares la sociedad estaría demente.



Alvaro R

Anarquía por norma

Ayer iba por la calle y una señora de cuarenta años (dato aproximado) cruzó un paso de cebra con el semáforo en rojo y, como es obvio, estuvo a punto de ser atropellada. Para colmo, la señora no tenía prisa porque andaba con toda la calma antes, durante y después de cruzar la calle.


¿A qué se debe semejante actitud? La única respuesta que se me ocurre es que la pobre e insensata mujer estaba determinada por la sociedad. Esta señora no tenía ninguna necesidad de arriesgarse a ser atropellada pero si cumplía las normas estaría atentando contra la segunda máxima de la población general (después de "no hacer nada si es posible"): "las normas están para no cumplirse porque a mí no me manda nadie"


La población que componemos no es anárquica por naturaleza pero la absurda forma de pensar de la sociedad es la que obliga a la señora protagonista de nuestra historia a no aceptar las normas propuestas por el poder.


Así es señores, si cumples las normas del Estado eres tonto, si cumples las normas de la sociedad eres anárquico pero al menos pareces listo, que cada uno escoja. Personalmente, prefiero parecer tonto y no arriesgarme a ser atropellado


Alvaro R